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miércoles, junio 10, 2009

Pajarito


Katum y Lenin observan los pájaros… Micha parece ajena, sin embargo, ella también está pendiente de las aves.

Ayer cayó un pequeñín en la terraza. Parecía que estaba aprendiendo a volar y vino a dar donde los mininos.

Me asomé a mirar en qué se distraían los hermanos –corrían de un lado a otro- y vi que algo se pasaban como si fuera pelota de fútbol…
El pobre estaba inmóvil y no podía disimular un ligero temblor. Lo levanté del suelo, acaricié su cabecita, le extendí las alas… él abrió sus ojos y me miró. Mis gatos protestaron: "¡Miau!". "Es normal", pensé, "les quité su pelota".

Un pajarraco negro –su padre, supongo, o su madre- se acercó volando y haciendo alharaca por encima de mi cabeza. El pajarito al escuchar a su pariente revivió emitiendo un sonido fuerte que casi me espanta. De tan pequeño cuerpo salió un graznido que hasta mis gatos maullaron extrañados.

Aventé al pájaro al cielo, y él, volando torpe, fue a reunirse con su familia que lo esperaba en las ramas de un árbol…

10 comentarios:

Exenio dijo...

En efecto, a veces nos hace falta un empujón para extender las alas y, volar...

Nayuribe dijo...

Pobre pajarito :( Que suertudo que lo viste justo a tiempo...
besitos

marichuy dijo...

Querida Coro

Qué historia más conmovedora. La naturaleza, bien dicen, es sabia.

En cuanto a tus consentidos mininos, ya encontrarán otro juguetito.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Estas son las maneras en que me gusta que el humano intervenga con la naturaleza, para darle una segunda oportunidad a algún otro de sus miembros.

Has reflejado mucho en este texto, sin comniseración falsa, con ecuanimidad y ánimo de convivir con el entorno

Saludos y besos naturalistas!

Coro dijo...

---Exenio, cuánta razón tienes. A veces nos empujan y otras empujamos...

---Nayuribe, la verdad no sé cuánto tiempo estuvieron "haciéndose pases" con el pajarito, pero estaba bien, no llegaron a hacerle daño.

---Ay, Marichuy, juegan con todo lo que se les presente... y además son muy curiosos. Mis consentidos, jaja.

---Doctor Gurma, tus palabras me hacen sentir bien :) gracias. Me siento que formo parte del cosmos... y con este sencillito post.

---Muchas gracias por los comentarios.
Les mando abrazos repartidos.

Fernando García Pañeda dijo...

Qué mala suerte acabar siendo un juguete de ciertos depredadores por falta de experiencia.
Quizá unos segundos más tarde hubiera sido demasiado... tarde.
Bravo por la vida regalada, Coro.
Un abrazo.

Coro dijo...

Fernando:

Ese pajarillo ¿aprenderá la lección?

Gracias por tu comentario.
Abrazos.

Susana S dijo...

El sentido de pertenencia, el llamado de la sangre siempre es fuerte.

Saludos con cariño

Coro dijo...

Querida Susana:

El lamado de la sangre... llama, llama.

Me da mucho gusto que vengas a visitarme, te mando un abrazo y un beso.

Fernando García Pañeda dijo...

Siendo un pajarillo, creo que sí la aprenderá. Si fuera humano, sería más dudoso...