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jueves, agosto 22, 2019

Me canso, ganso


Las supersticiones en lo que al ganso se refiere pudieran ser válidas. Antiguamente, los campesinos predecían el tiempo sin equivocarse valiéndose de los excrementos y los huesos del animal.

Pero, ¿será descabellada la creencia de que resuelve los problemas de calvicie? Algunas personas afirman que se han untado su grasa y han evitado la caída del cabello. Y además, afirman que les crecen pelos en su cabeza.

No creo a los que dicen que el ganso es un animal idiota. Tal vez por su comportamiento gregario y porque se conduce sin iniciativa propia, el dicho de: «Hablas por boca de ganso»,  cuando hablas por boca de otro. Por eso mismo el origen de la expresión: «Hacer el ganso».
  • En algunos países europeos le atribuyen al ganso la virtud de adivinar el futuro. Sebastián de Covarrubias dice de él en su Tesoro de la Lengua (1611):   Es el ganso símbolo de la centinela que haze escolta, por ser de tan delicado oydo que en sintiendo qualquier ruydi grazna; exemplo tenemos en los que despertaron las guardas quando ellas y los perros dormían a tiempo que los franceses (sic) escalavan en Roma el Capitolio.

«Ganso» desplazó de la lengua corriente al español «oca» ―que provenía del latín vulgar auca, que provenía de latín ávica. A su vez, «oca» había desplazado al español «ánsar» ―que provenía del latín clásico anser, procedente del idioma indoeuropeo *ǵʰans. (Wikipedia).
Nebrija recoge en su diccionario a finales del XV el significado de ganso o «ansar».

En México, gracias a nuestro presidente AMLO, traemos en boga la expresión: «Me canso, ganso», atribuyendo al animal una especie de fuerza y de fe. Como si fuera un ave trabajadora, con poderes para resolver conflictos y arreglar un país donde durante décadas imperó la corrupción en sus gobernantes a todos los niveles. Un país que ya no un milagro sino, podríamos decir que, las ganas de un incansable un ganso lo va a levantar. Un animal que trabaja, madrugador y que promete componer y llevar al esplendor a nuestro México. ¿Por qué no? ¡Me canso, ganso!