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lunes, diciembre 15, 2008

El espejo

Todos los diciembres eran iguales, nomás empezaba y con él venían los olores en la cocina.
El afecto se mezclaba entre las comidas, regalos y preparativos. El encuentro con parientes y amig@s; las carcajadas, abrazos y buenos deseos; los villancicos que cantaba a todo pulmón; las posadas y la espera de la Nochebuena y la Nochevieja.
Tanta felicidad casi se desbordaba por mi pecho de niña: ¡El abuelo nos visitaba el mes entero! (junto con la abuela y mi tía soltera, claro). Estábamos de fiesta.

En cuanto el viejo llegó, le dije:
-Mira abuelito, he comprado con mis ahorros dos décimos de la Lotería, uno es mío y el otro para ti. Este billete al principio me gustó, pero ahora me parece que es un número muy bobo.
-¡Gracias por el regalo! A ver, déjame verlo, “01729” ¡qué va a ser bobo!, es un número muy interesante, es el más pequeño que puede ser expresado de dos maneras distintas como suma de dos cubos…
Agarró la tiza y se puso a rallar la pizarra con números que demostraban la importancia de 01,729 = 1 (al cubo) + 12 (al cubo) = 10 (al cubo) + 9 (al cubo).

Las charlas con mi abuelo me llevaban a reflexionar y a ver el mundo distinto. Sin duda, pensaba las cosas de manera diferente después de platicar con él. Sentí miedo cuando vislumbré la posibilidad de que no estuviera más conmigo, me puse tan triste que la vista se me nubló y tuve la sensación de haberme ido por un túnel. Cuando desperté (fueron segundos de inconsciencia) le dije:
-Abuelito, me fui por un agujero negro o viajé en el tiempo. Me vi sentada a una mesa, escribiendo junto a un ventanal. Afuera llovía y había muchos árboles que se movían con el viento. Tengo la impresión de haber estado en una habitación que no conozco pero que he visto en sueños… o me parece.

-No era agujero negro, porque de serlo no hubieras podido salir de él ya que es una trampa cósmica. Mira, ven –me dijo.
Repuesta de la extraña sensación de haber vivido algo raro, como viajar a quién sabe dónde sin moverme de sitio, seguí al abuelo que me quería mostrar no sé qué.
-Toma esta pelotita, lánzala hacia arriba y ya ves, cae al suelo siempre. Pero si la lanzas a la velocidad de escape de la Tierra, tendrías qué lanzarla a 40,320 kilómetros por hora.
-¡Es la velocidad de despegue de los cohetes espaciales! Van a 11,2 kilómetros por segundo –le dije. Lo había estudiado en clase.

Luego, el abuelo me llevó dentro de casa, a la sala, donde había un gran espejo antiguo con marco dorado.
-Mírate en este espejo. Ahora ven hasta aquí –me señaló un metro y medio más lejos.
-¡Ya! -me miré… las coletitas caían a medio hombro; las tobilleras las había cambiado por medias de lana; vestía una falda tipo escocesa y un jersey blanco; me había puesto sombra en los ojos y ¡rimel en las pestañas!… también había crecido, estaba más alta allí, a lado de mi querido viejo.
-Estás viajando en el tiempo –me dijo-. La imagen que ves de ti misma, no eres tú ahora, eres tú hace 10 nanosegundos. Viajando a 0,3 metros por nanosegundo, la luz tarda 5 nanosegundos en ir desde tu cuerpo al espejo y otros tantos en regresar. Así que cuando nos miramos en el espejo, estamos mirando una versión más joven de nosotros mismos.
-¡Qué increíble, abuelito! Explícame más de los viajes en el tiempo…

El timbre del teléfono nos interrumpió, contesté la llamada y me olvidé por completo del abuelo, los túneles del tiempo, los agujeros negros, los números interesantes...
El viejo declamaba El futuro, de Julio Cortázar, cuando me le acerqué para darle un beso… me iba a una posada con mis amiguitas y claro, allí vería a mi compañero de clases Acuario. Y salí disparada como cohete…

Y sé muy bien que no estarás. / No estarás en la calle / en el murmullo que brota de la noche / de los postes de alumbrado, / ni en el gesto de elegir el menú, / ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes / ni en los libros prestados, / ni en el hasta mañana. / No estarás en mis sueños, / en el destino original de mis palabras, / ni en una cifra telefónica estarás, / o en el color de un par de guantes / o una blusa. / Me enojaré / amor mío / sin que sea por ti, / y compraré bombones / pero no para ti, / me pararé en la esquina / a la que no vendrás / y diré las cosas que sé decir / y comeré las cosas que sé comer / y soñaré los sueños que se sueñan. / Y sé muy bien que no estarás / ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo, / ni allí afuera / en ese río de calles y de puentes. / No estarás para nada, / no serás mi recuerdo / y cuando piense en ti / pensaré un pensamiento / que oscuramente trata de acordarse de ti.

Ilustración: El espejo falso, 1935. René Magritte.

24 comentarios:

Anónimo dijo...

He repetido algunas veces la frase: nos vemos en el espejo. No había reflexionado lo que relatas.

Que tengas una excelente semana.

marichuy dijo...

Coro

Ay querida; así como con la religión y la devoción guadalupana, con las festividades navideñas y todo el circo que las rodea, tengo sentimientos encontrados. A veces me siento como el mono verde, el grinch de la navidad. Me choca tanta hipocresía y demás demostraciones de afecto de ocasión.

Y sin embargo, recuerdo que de niña me encantaban las posadas que se hacían en mi pueblo, con procesión y letanías incluidas; pero sobre todo, adoraba pegarle a la piñata.

Hermoso poema del gran Cortazar y estupenda esa imagen de Magritte.

Un beso y buena semana

Juan de Lobos dijo...

Je je je, gracias Maestra, por la mención, gracias por seguir compartiendo con nosotros a ese viejo Loco.
Desde ya deseo ser Loco también (es cosa de cambiar una sola letra.
Aullidos y besos para ti.

Coro dijo...

Eleonaí:
Según nos acercamos al espejo, es más real el tiempo y somos más reales nosotros... ya que son menos nanosegundos reflejados por la luz... Bueno, si no somos iguales somos casi los mismos.
Buenísima semana para ti.

Marichuy:
Totalmente de acuerdo contigo... pero la niñez feliz me aflora y viene la nostalgia de esa época. El abuelo, la alegría en la familia, la inocencia... ¡las fiestas!
Gracias por tus comentarios.
Te mando un abrazo.

Coro dijo...

Lobo:
Las coletitas y las tobilleras... pero es que ¡le atinaste!
Y bueno, ya lo dices, es nomás cambiar la "b" por la "c"... o agregársela: Lobo y loco.

Gracias por tus comentarios,

Besos.

Caracola Light dijo...

Me ha encantado Coro. Genial lo de los números al cubo y el vaije en el tiempo. Por cierto, que numero saldrá en el Gordo de España el 22? Mil besos!

DAC dijo...

Lo del espejo sería algo parecido a lo siguiente, ¿o no?:

Igual que las estrellas que vemos en el cielo representan lo que un día fueron, igual que un trueno es la huella de ese rayo que ya no es, puede ser que todo lo que me rodea en este instante forme parte de una realidad ya vivida.
El aire que respiro, la luz que me ilumina, no son, sino fueron.
Actúo en un teatro en el que los espectadores no me escuchan a mí, lo hicieron a alguien que un día representó alguna escena de la vida, soy un actor que se lleva las miradas que su yo pasado debía recibir.
El “presente” es tan efímero que no dura más que el momento de pronunciarlo. Justo después caduca.
No sé, siento que estoy rodeado por fantasmas del pasado. Ni yo mismo sé si soy real, si formo parte del “ahora” o del “ayer”.
Estas palabras que intento ordenar para darles algún sentido y que cobren algo de vida, "son ahora”, en el momento de escribirlas. Y sólo me queda el consuelo y la esperanza de pensar que renacerán, aunque sea de manera fugaz, cuando sean leídas de nuevo...

Alb@ dijo...

Encierran tanta verdad las reflexiones del abuelo...el tiempo transcurre sin parar, no somos los mismos cerca y lejos del espejo.

Por eso hay que vivir lo mas relajado que se pueda...el estrés trae al mundo de cabeza...hoy pasé cerca de tu excasa y leí en una barda: "la raíz de todos los males, el amor al dinero". ¿Cómo ves?

Te dejo un frío abrazo (estamos a 1grado, seguro por la noche alcanzaremos el punto de congelación).

Andrés Schmucke dijo...

Intenso Chuck Norris, ¿verdad? ¿Cómo se vive con el oficio de escritora?

Saludos

Marta Arrufat dijo...

Pero que abuelo más fantastico Coro.
Por cierto, enhorabuena, me gusta mucho tu escritura. Ya te diré que tipo de tijeras quiero. Gracias!!

Anónimo dijo...

Te mando un abrazo...
Siempre envidiando esa prosa, la perfección de la escritura... y el uso de la imagen de un ser extraordinario: en viejo, el abuelo.
Feliz Navidad!!!

Perséfone dijo...

Tu aprendiste con tu abuelito y ahora soy yo la que aprende contigo.

A veces hasta imagino como sería él.

Tu blog es genial.

Un abrazo.

Coro dijo...

---Soportándome:
¿Qué te parece 01729? Es un número interesante. Podría salir premiado... o, quizás uno que tenga dos 2... y si le agregamos mil, 1022... abrazos.
¡Suerte!

---DAC:
Me pasa exactamente igual que lo que dices:

"Estas palabras que intento ordenar para darles algún sentido y que cobren algo de vida, "son ahora”, en el momento de escribirlas. Y sólo me queda el consuelo y la esperanza de pensar que renacerán, aunque sea de manera fugaz, cuando sean leídas de nuevo..."

Y todo lo escrito queda, las palabras pronunciadas son de aire.
Y, siempre me han gustado los espejos, no sé si algo tiene qué ver con todo ésto.
Un abrazo.

---Alba, querida:
¡Ay! pasaste cerca de mi excasa, de la casa de estos mis recuerdos...
Por otra parte, tienen razón los que pintarrajearon: "la raíz de todos los males, el amor al dinero".

Ya me imagino el friazo que debe hacer. Abrígate bien y cuídate.
Muchos besos.

---Andrés Schmucke:
Hubo un tiempo que viví del oficio de escritora (en Barcelona). Escribí, redacté, corregí, hice de negra, etcétera. Trabajé en una editorial, para editoriales y particulares. Y no sabes cómo me gustaría de nuevo... adoro escribir y viviría gustosamente del oficio.
Un abrazo.

Gracias por sus comentarios, les mando un beso.

Coro dijo...

---Marta Arrufat:
Era lindísimo... y en esta época del año me entra la nostalgia, no te imaginas cómo lo recuerdo.
Bueno, y sobre las tijeras, nomás dime que tengo para todo, jajaja.

Muchas gracias y bienvenida, ha sido un honor tenerte por aquí y espero que se vuelva costumbre.
Abrazos.

---Avelina:
Pues nos envidiamos mutuamente porque a mí me gusta como escribes tú. Esas crónicas de familia son muy especiales, entre otros (novelas, cuentos, que he leído tuyos).
¡Felices fiestas!
Muchos besos y abrazos.

---Perséfone:
Sinceramente me encanta que me digas eso. Reivindico la memoria del viejo y siento orgullo...
¿No lo he descrito? Pues tengo por ahí entre mis cosas una foto... ya la pondré.
Te mando un besote, gracias por tus palabras.

---Gracias a tod@s por comentar y vuelvan que aquí los espero...

jesus dijo...

Que dificil escaparse de la tierra, por lo menos habría de tener un buen cohete o una buena imaginacion jeje
saludos

Susana Silva dijo...

La nostalgia, una de mis especialidades. Y la taza de café, ahora una viajera en los recuerdos del futuro que se reflejaban en un espejo de mar.

Saludos y felices fiestas

Caracola Light dijo...

Me han entrado ganas de hacer un relato de viaje en el tiempo. Cuando lo termine se lo dedicaré a Usted, Coro, que me encanta como escirbe. Besos

Coro dijo...

Jesús:
¡Imaginación! sin duda, es lo que te saca y además vuelas a más de 11,2 km por segundo...
Muchos saludos para ti.

Café Toscana:
¡Querida Susana! Qué gusto tenerte por aquí. Y con recuerdos de aromas de café en futuros mares...
Besos y abrazos.

Soportándome:
Esperaré el viaje del tiempo... y estaré honrada por tal dedicatoria.
A mí me gusta como escribe usted.
Besos.

¡Felices fiestas!
Mucho amor, euros y buena salud...

Nayuribe dijo...

Muy interesantes las enseñanzas de tú abuelo...
Que suerte que sólo en un reflejo podemos ver nuestro rostro, así siempre nos veremos un poquito más jóvenes de lo que somos, jaja

besitos

jesus dijo...

Estaba pensando, en serio no te gusta el futbol?
¿O solo no opinas sobre el?
Suerte por cierto en la loteria si hechaste.
saludos

Coro dijo...

Nayuribe:
Somos suertud@s porque nos vemos reflejados... llegará un día que no queramos vernos, por más lejos que nos pongamos del espejo, éste no mentirá, jajaja.

Jesús:
Bueno, el futbol me gusta, y tengo mi favorito, sólo que no me atreví a opinar... y aquí (en voz baja) te diré que le voy al Barza)...
Esta vez no compré Lotería en España, orita me voy a comprar un cachito para la de México... ¿Ganaste?????????

¡FELICES FIESTAS!

Besos y abrazos.

Diego Fabián dijo...

Qué bonito el poema del final!!...

Sabes?? No lo había visto de esa manera... A pesar de que parece que al vernos al espejo nos estamos viendo exactamente en ese momento, nunca me puse a analizar que en realidad nos vemos unos diez nanosegundos más jóvenes...

Tu abuelo si que era una persona interesante para conocer!!...

Un abrazo, querida Coro...

Martha Avelina Rojas dijo...

Te deseo lo mismo Coro, espero que nuestras vidas estén más plenas... pronto...

Coro dijo...

Diego Fabián:
Pues si viajáramos en el tiempo te lo podría presentar...
Besos

Martha Avelina:
Ya verás que sí. Y más pronto de lo que te imaginas.
Besos