Una vez escribí acerca de los olores.
Durante muchos años me ufané por tener el olfato perfecto. Ese que primero olía lo-que-sea antes que nadie y que, además, distinguía los aromas sin equivocación. Una nariz poseedora de tan buen sentido que me provocaba ensoñaciones, recuerdos, náuseas, vértigo, deseo…
Es una desgracia no poder sentir el aroma del café, el del pan recién horneado, las tortillas de harina, el ajo frito… las flores. Podría decir que es una ventaja no oler lo desagradable, pero es que a veces las fragancias humanas, los sudores y los excrementos de vaca, según cómo, también me gustaban.
Este paraíso caribeño me ha robado el sentido del olfato. Los cornetes inflamados, alergias y los bichitos que viven en los hongos de la humedad se han quedado con él.
¡Hasta mañana!
Me huele que ya los aburrí…
6 comentarios:
No, no aburres. Sucede que andas mal del olfato.
¡Saludos!
Odio esta humedad. Mi cabello, mis huesos ayyy.
Angeek, por aquí acaba de desatarse una tormenta con ventarrones... el pelo lo tengo muy rizado y esponjado. Aquí esto de la elegancia no va, jajaja.
Invitenme no??? me encanta y echiza el caribe!!!! no me importa no lucir elegante..... Querida Juani de ninguna manera aburres..... de echo con el ambre que tengo se me antojo todo lo del post previo!!!!!! y sí.....el aroma es importante..... ya viste a algún alergólogo????
Saludos para tí, un abrazote con harto pelambre para los pajaritos!!!!..... incluye con todo respeto a tu caballero andante y a tí!!!! Besos. MUUUUUA!!!
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Hola mi Juanita.... óyeme... no inventes, aunque te comas kilos y kilos de tortillas, nunca engordarás..... Un abrazo.
No seas tan sentida por haber perdido el sentido oloroso, lo importante es que no pierdas el sentido de las cosas...
Saluditos de guardia nocturna...
Mafalda
--Gatita, ya sabes, no necesitas invitación, aquí tienes tu casa. Y sí, he visto alergólogos, neumólogos, y demás... jajaja, tiene su precio vivir en el paraíso. Bienvenidos los besos y los abrazos, gracias de los pajaritos, jajaja.
--Mafalda, no creas, ya no estoy entrando en los pantalones de hace cinco años, jajaja... que te sean leves las guardias. Un beso.
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