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sábado, septiembre 29, 2007

Voló

Una noche que lo dejé libre para que volara en la sala… fue al segundo nivel de la casa.
Llegó a la terraza que estaba abierta. Allí se detuvo unos minutos…

Me miraba. Después miraba al cielo.
Parecía que pensara.
Volvió a mirarme un par de veces, y al cielo igualmente…

No hizo caso de mis súplicas:
“¡Regresa, Nanu! ¡No te vayas Pajarito, te rascaré los piojitos más seguido!¡Ven y dame la pata! ¡Te dejaré libre más tiempo por casa!
¡Quédate! ¡Te prometo que!…”

Fue inútil. Canté todas las canciones, bailé, hice de todo lo que suponía a él le gustaba… le enseñé el espejito, le soné los cascabeles, le silbé las mentadas, le recordé momentos agradables… pero él ya estaba decidido.

Nunca lo había visto tan grande y tan hermoso como lo vi esa noche en que se fue.

Extendió sus alas y al momento que comenzaba su vuelo, gritó mi nombre.
¡Juaaanaaaaaaa!
Miré cómo se iba.

Al poco tiempo yo también me fui.
Y la ventana de los geranios se cerró.

Colorín colorado, este cuento se ha terminado.

10 comentarios:

Alb@ dijo...

Este final me dejó sentimientos encontrados: felicidad por la libertad de Nanú y tristeza por su partida...mmm, !cómo duele la domesticación!( Antoine Saint Exupéry).

Ni modo, Nanú debe andar planeando los cielos con alguna compañera llena de colorido; prefiero imaginarlo asi.

Saludos desde acá.

Coro dijo...

Fue así.
Metáfora del final de una historia...

Un día me pareció verlo por la ventana de una casa... nunca supe si era.

Paisana, te mando un abrazo.

Workaholica dijo...

Esa precisamente, es la ventaja que tenía "Lulú" (mi tarántula) difícilmente puede haber apego.... el día que se tuvo que ir... no hubo tristeza....

Y es que antes de "Lulú" estaba "Venus" una hermosa dálmata que quise con todo el cariño que un humano le pueda tener a un animal.... pero, murió en mis brazos... desde ese día... no me permito el apego con ninguna especie que no sea humana...

(si me preguntas por qué tuve a "Lulú".... ahora al pasar de los años te podría decir con sinceridad que fue por ego.... ¿Cuántas mujeres conoces que manipulen un bicho de esos??.... jajajaja)

besos mi Juana

George dijo...

yo tenía una gato y también se escapó... le deben haber dado veneno al pobre, extraño a mi gatooooooo........

Coro dijo...

---W, no te imagino "haciéndole piojito" a Lulú, jajaja. Cuando yo era niña había una vedette "Olga Brinsky" que tocaba el violín y tenía una... me daban ñáñaras, y cierta admiración, no lo niego.
---George, los gatos a veces regresan, si no encuentan otro sitio donde estar cómodos... no te desesperes.

Un abrazo

Angeek dijo...

Estaba visto. La naturaleza manda.

Diego Fabián dijo...

Por eso yo nunca tengo un pájaro de mascota... Siempre terminan regresando al lugar donde deben estar: libres y volando por el cielo infinito!!!...

Lástima que te hayas encariñado con Nanu... Si quieres seguir por el lado de las aves, para la próxima cómprate un pollito... o un pato!!!...

Jeje...

Un fuerte abrazo, mi queridísima Juana... A los tiempos vuelvo por estos rumbos... Dame cinco minutos más y me pongo al día, ¿ok?...

Jesús dijo...

Que bello cuento, un canto a la libertad

*ஐღ Mì†a ღஐ* dijo...

Ay no, odio cuando se van..snif

Saludos enormes
Arrivederci

chokkolatt dijo...

Me gustó mucho todo lo de Nanu pero sentí una gran tristeza al irse. Quisiéramos que esos seres se quedaran siempre con nosotros, a veces es un poco egoísta de nuestra parte pero qué le vamos a hacer.
Ojalá Nanu esté bien, he escuchado que los loros viven muchos años.