Entre los cinco y los diez años, una de las cosas que me preocupaban era que explotara la refinería.
Nací en la frontera norteña, en el Puente Internacional, justo allí donde está el letrero que marca la mitad del Río Bravo y hace la división de los dos países.
Me recibió la vida con una placa que dice algo así como: “Bienvenid@s a México”.
Mamá, calculando mal la fecha de mi nacimiento, alegremente y con todo su cargamento encima se fue de compras a “lotrolado”. Y, a su regreso, después de una mañana de caminar, elegir y gastar, protesté: rompí la bolsa donde me encontraba tan a gusto (no supe lo que hacía, jajaja) y me asomé al mundo, rápido, curiosa por ver las cosas nuevas adquiridas por mi madre.
Entre olores a compras; a naturaleza; a madre; a gringos, y a mexicanos; olí, nomás nacer, a productos derivados del petróleo; a químicos; a contaminación que salía por los mofles de los autos; y a todos los refinados gaseosos que flotaban en el aire…
Unido al aroma estaba ese cielo fronterizo desplegando color (he ahí mi afición por los temas coloridos)…
“Se quema la refineríiiiiia” “¡Córrele!” le decía la gente a mamá. Y ella pariendo, y yo siendo bienvenida al mundo, comencé a berrear, y las bolsas de JC Penny’s, Sears y todo “el mandado” (víveres) sirvieron de colchón a esta menda recién nacida.
Y así continuó la vida. Pasaron los años y cada dos por tres había que echar a correr, subir a los coches y enfilar lo más lejos de las llamas.
“¡Rápido, que explota!”, gritaba la gente.
PD.
--Quería hacer un post sobre el huracán Dean y me distraje.
--Pásenl@ bien...
8 comentarios:
Jejeje...tranquis, tranquis, aún estamos en el verde (a propósito de colores). Vamos a hacer changuitos...que se vaya de largo. Tutto bene por acá.
ahhhhhhhhh... mira tu... yo no me auerdo como llegué a este mundo.
Deberías invitar a las autoridades del vecino país, prender un fosforito y salir,eso sí, corriendo como un demonio.
Si naciste en USA, puedes pedir la doble nacionalidad ¿No?
Pues esto fue más interesante que Dean porque fue un caso de la "vida rial" jaja
Saludos enormes!
byeeeeeeee
Y seguimos igual mi amiga, entre corriendo y con la hipertensión a todo lo que da, y te imaginarás el vetusto estado de las instalaciones de la refinería.
Ni modo, aqui nos tocó vivir, como bien dice Cristina Pacheco.
Espero que Dean no ataque con fuerza en ningun lado sino mas bien que se pierda en el mar...de donde vino.
Un abrazo con olor a gasoducto, jajajaja.
jeje, muy bueno, pues si que naciste en un mundo convulsionado, y sigue siendo asi??
saludos
jejeje, no cabe duda de que "árbol que nace torcido..." jeje. No, me refiero que naciste en medio de una aventura, y no cambia (sólo los matices). Muy bien.
Publicar un comentario