Si resulta difícil de entender la escritura, ha de
ser que es muy profunda… y eso da más autoridad al intelectual, escritor o
expositor.
Aquí tienen un ejemplo que tomé prestado del libro Filosofía para bufones.
“Un filósofo dicta un texto a su secretaria y,
cuando termina, le consulta:
-¿Le parece a usted que queda bastante claro?
Ante la respuesta afirmativa de la secretaria, el
profesor responde:
-Entonces oscurezcámoslo un poco más.”
Jerga
de rufianes, así nombró Walter Benjamín a ciertos filósofos que
complicaban las explicaciones.
Imagen tomada de Google.

-Entonces oscurezcámoslo un poco más.”