
¡Qué silenciosa que está!
Mándeme un mail; déjeme un mensaje con
su voz en mi contestador telefónico; envíeme un pequeño texto a mi móvil.
¿O es que ha decidido usted, como las
sirenas del cuento de Kafka, utilizar la más poderosa de sus armas?
… 3 de enero
¡Feliz año!
Querido, a las sirenas de Kafka les
interesaba el fulgor de los ojos de Ulises y atraparlo sólo un instante... y
él, como muchos hombres, era un ladino.
Pero… me gusta su canto y más, observar sus silencios.
Lo llamo.
¡Feliz año!
Pero… me gusta su canto y más, observar sus silencios.
Lo llamo.
Ilustración tomada de Google Imágenes.