
Hoy vine a
Playa del Carmen a una cita de trabajo…
Gente que vive en
Cancún va a Playa del Carmen a trabajar y viceversa.
Son 60 kilómetros que separan una población de la otra.
En el momento de escribir esto,
estoy sentada en la terraza de una cafetería en la Quinta Avenida, bebiendo un frapuccino caramel. Sobra decir que lo estoy saboreando y que es una
¡delicia!, sin embargo, sé que en gustos (dice el tópico) se rompen géneros. Y con los cafés, más.
Estamos
como a unos 35 grados centígrados, pero aquí en la sombra corre una brisa agradable y yo
disfruto mirando a la gente que camina por la Quinta… algunas chicas en bikini, tod@s con ropa ligera y chanclas. L@s miro satisfech@s andando bajo el
sol.
Algun@s pasean en bicicleta, otr@s con sombreros o gorras,
lentes oscuros, maletas, mochilas, grandes bolsas de tiendas,
una niña camina saboreando un helado de vainilla. Un señor
distraído y con cámara, mira a todos lados.
Parejas de la mano, un joven con la calva brillante.
Musculos@s, delgad@s, gord@s, atlétic@s, moren@s, rubi@s, broncead@s, lechos@s, alt@s, baj@s...
En la mesa de junto, un hombre mayor con dos jovencitas comen su lunch.
Tienen la piel muy quemada, en partes se les ve muy rosa resultado de la exposición inclemente al sol.
Continúo observando: pasa un individuo presuroso, parece vendedor. Dos albañiles. Un niño pequeño corre, la madre lo persigue hasta alcanzarlo.
Una muchacha camina y bebe agua del pico de una botella. Una señora mira su reloj, va de prisa.
De pronto, pongo
atención a los sonidos y escucho conversaciones en inglés, en italiano, en español y en un idioma que no logro saber de qué parte del mundo es. No es maya. La
música de fondo, descubro, es una canción
en portugués.
En una mesa cercana discuten acerca de propiedades, que si los pisos, que si bonitos, que si baratos, con diseño, tantos metros cuadrados...
Estoy en la terraza, zona de fumar. No fumo, pero la chica que tengo a lado, sí. Ella fuma y come y bebe, todo a la vez y se rasca y lee y ¡habla por teléfono! “Es muy activa”, pienso.
Las banderas ondean en algunos locales comerciales de la calle, se supone que en México, septiembre es el mes patrio…
Alguien dice: “Yo no creo que nos hagamos millonarios en el primer año, pero si aguantamos… es que aquí en Playa”…
Un bebé es transportado en su carriola por una mujer joven, los sigue un perro de raza pequeña.
¡Ah!, cómo me distraje. Vine a Playa del Carmen a una cita de trabajo…